Hola a todos, hoy realmente es un poco temprano pero tengo que aprovechar que tengo tiempo para poder aprovechar y dedicar más tiempo al NANOWRIMO.
Así que me dejo de rodeos y comenzamos con el capítulo de hoy.
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CAPITULO 8: EL COMIENZO DE UN FINAL
Ismael empezó a volverse aún más cruel, no llegaba el humillarla verbalmente, ni el golpearla sin ningún motivo. Cada noche inventaba un nuevo modo de hacerle daño y por supuesto que nadie se enterara.
Un día al marchar Ismael a trabajar, como siempre ella se sentaba relajada con su hijo y ponía los pies sobre la mesa del salón, ya que por causa del embarazo las piernas y los pies se le hinchaban mucho, pero él realmente no había marchado, simplemente había hecho el amago para sorprenderla y cacharla haciendo algo que no debía, y así fue. Nada más entrar él en casa, ya se montó el follón:
-Lo sabía, (dijo él)
-Que pasa Ismael
-Tu crees que a mi me cae el dinero del cielo
-Claro que no, no te entiendo
-Los pies no son para poner en la mesa, que pretendes romperla con tu peso.
-Por supuesto que no, lo siento, no volverá a pasar
-Claro que no va a pasar, sino la próxima vez te quedas sin piernas. Y ahora mete al niño en la cuna y pasa para la habitación.
Ella aterrada hizo lo que él le mandó. Llevó al niño a la cuna y ella se dirigió a la habitación. Una vez entró en la habitación comenzó a temblar y le dijo:
-¿Que tengo que hacer ahora?
-Túmbate en la cama
Esmeralda había aprendido con el paso del tiempo que siempre era mejor hacer lo que le mandaré, al fin y al cabo él siempre ganaba.
Una vez tumbada, la ató de pies y manos y ahí comenzó una serie de golpes y crueldades mayores que sinceramente no tengo palabras para describirlas. La tubo ahí tumbada todo el día y dio la escusa a la suegra de que estaba muy cansada por causa del embarazo.
Al día siguiente la soltó y se marcho. Ella internó ponerse en pie, pero no era capaz, el dolor la paralizaba. Escuchó llorar a su hijo y eso fue lo que le dio fuerzas. Nada más levantarse corrió a junto su bebe y del dolor que ella sentía le empezaron a caer las lágrimas, sin más calló al suelo, empezaban las contracciones de parto. Aviso a su madre para que le cogiera al niño y le pidió que avisara a Ismael, ella fue para el hospital. Nada más llegar dio a luz, los médicos extrañados por todos los golpes y heridas que tenía le preguntaron si le había pasado algo, si le pegaban, pero ella lo único que contestó es que era una persona muy torpe. Llegó Ismael, ella se quedó callada, el actuó como un padre feliz y orgulloso, había que salvaguardar las apariencias.
Al día siguiente volvieron para casa y nada más llegar a gritos otra vez:
-Que sea la última vez que sales de casa sin mi.
-Solo fui al hospital
-Para eso menos, esperas a que yo llegué, como si tienes que cerrarte de piernas para que no salga el niño
-Pero
-Tienes algo que decir
-No
- Te libras porque tienes el bebe y yo estoy cansado sino hoy te ibas a enterar y ha aprender una buena lección
Se pusieron a dormir y así acabó lo que en teoría debería de ser un día muy feliz.
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Aquí lo dejamos por hoy, mañana tendremos el noveno capitulo, cada vez queda menos para el final de la historia.
Sin nada más que comentaros solo daros las gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo.
