Hoy un relato de reflexión.
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Recuerdo cuando era niña y miraba las películas de Disney, donde el amor siempre era hermoso, donde el amor siempre acababa bien. Recuerdo cuando después soñaba con el príncipe azul y mi nombre me decía cuando amas con el alma y no con el corazón el amor será puro y será para siempre. Recuerdo tantas mentiras, yo antes de verdad creía en todo eso, pero ahora la realidad me a abierto los ojos y me ha roto el alma.
El amor es una mentira, el amor como el de las películas no existe, ese amor de príncipe azul no es real, y lo que decía mi madre de cuando amas con el alma es para todo la vida, cuando amas con el alma estáis unidos para siempre también es mentira, no es real.
Ahora me doy cuenta que las mentiras de mi madre, las mentiras de la infancia lo único que hacen es hacer que después cuando eres adulto el amor duela más. el daño sea más grande, porque realmente te crees y sueñas con eso, de verdad te crees que todo es posible, que el mundo en algún momento es bonito y al final el mundo te come y te rompe en cientos de miles de pedazos haciendo imposible recomponerte.
Yo no voy a mentir más, yo no ,e voy a hacer eso a mis hijos, se acabaron los sueños, la vida no es soñar, la vida no es disfrutar, la vida es simplemente sufrir.
La felicidad como tal no existe, la felicidad no deja de ser otra cosa que simples momentos en los que sufres con menos intensidad, nada más que eso.
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