¿Que va a pasar?

             Hola a todos, espero que esteis llevando lo mejor posible la cuarentena. Hoy os traigo un relato de una de las fotos de Kristina Darko, espero que os guste y os entretenga.

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       Camino de mi casa hay un pequeño campo que se cerrado con alambres, yo siempre atravieso por ahí para ir a mi casa ya que se hace el camino mas corto. Estaba cansada así que me senté en el borde del cerrado, y fue en ese instante cuando me di cuenta que del color del cielo, estaba anaranjado y mi madre siempre me decía que cuando el cielo estaba de ese color era que los ángeles nos están avisando de que algo va a pasar.  En ese momento me preocupé pensando y si mi madre tenía razón, y si realmente algo va a pasar, me levanté y fui corriendo para casa algo asustada. Cuando llegué fui a junto de mi madre y le dí un abrazo, el escuchar su voz me tranquilizó.

                      - Tranquila hija mía, lo que tenga que pasar pasara pero lo importante es que estamos todos juntos.
                      - ¿Pero que va a pasar mamá?
                      - Tranquila, lo  más probable es que sea una simple tormenta, tal vez un poco más fuerte de lo habitual, pero nada más.

      Después nos fuimos a cenar, y el viento empezó a azotar muy fuerte, mi madre se arrimó a la ventana y gritó.
               
                      -Correr todos al sótano, no es una tormenta normal, hay un tornado acercándose a casa, debemos ponernos a salvo.

      Mi hermano, mi padre, mi madre y yo bajamos al sótano. Una vez estábamos allí escuchamos como se rompían las ventanas de casa, como las cosas se caían, mi hermano que era más pequeño que yo no paraba de llorar. Estuvimos en el sótano aproximadamente dos horas, hasta que mi padre dijo.

                     - Creo que ya podemos salir
     
       Mi padre abrió la puerta del sótano y, estaba todo destrozado, no nos quedaba nada, la casa había sido tragada por el tornada, algunas pequeños trozos estaban tirados en medio del campo, mi madre lo único que dijo fue:

                    - ¿Estáis todos bien?
                    - Si mamá, pero todas nuestras cosas, nuestra casa, no hay nada.
                    - Tranquilo, una casa la podemos volver a hacer, las cosas se pueden volver a hacer o comprar, pero lo que no podemos recuperar es nuestras vidas.

     Pasaron los años de aquel incidente y ya teníamos nuevamente una casa, esta más grande que la anterior, teníamos todas nuestras cosas, pero, nos faltaba algo, mi padre había fallecido por un infarto una año después del tornado. Fue en ese momento cuando realmente entendí el significado de aquellas palabras que había dicho mi madre ese trágico día del tornado.

    Desde aquel día no había vuelto a ver el cielo naranja, pero hoy está devuelta igual, tengo miedo porque no se lo que va a pasar, pero estamos juntos y eso es lo único que importa, lo que tenga que ser lo veremos y nos prepararemos.

   Cuando sepa que ha pasado ya te lo contaré querido diario.

P.D- Cuídate tu también y no te separes de mi lado.

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    Espero que os gustara el relato de hoy, por supuesto daros las gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo y también darle las gracias a Kristina Darko por darme la autorización de utilizar sus espectaculares fotos que poco a poco os iré mostrando.

Colaboración de Kristina Darko

       Hola a todos, el relato de hoy esta creado a partir de una imagen de una gran fotógrafa Kristina Darko, en el blog tenéis un enlace para ver sus fotografías y por si necesitáis de sus servicios.

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            Paseando por el bosque cientos de telas de arañas rodeaban mi camino, eran tan débiles que con un simple dedo podía romperlas no entendía como podían ser trampas mortales para cientos de insectos que viven en los bosques.
         
            Me senté a mirarlas, y sin darme a penas cuenta que me quedé dormida, sin más comencé a soñar con cientos de arañas a mi alrededor tejiendo sus telas, era algo increíble verlas trabajar era todo un arte, es como ver a un escultor haciendo su obra. Sin más desperté sobresaltada, sintiendo una gran presión en mi cuerpo era prisionera. Cientos de telas de araña rodeaban mi cuerpo, lo que yo pensé que era débil se había vuelto en una gran trampa sin salida, miles de arañas pequeñas aparecieron a mi alrededor andando sobre la tela, acabé suplicando por mi vida. Alguien escuchó mis gritos y vino a socorrerme, con un cuchillo comenzó a cortar la tela, pero muchas arañas ya me habían picado, sentía su veneno correr por mi cuerpo, quería andar pero no podía, perdí el conocimiento.

         Dos días después desperté en el hospital, y a los pies de mi cama el hombre que me rescató
                               
                               - ¿Que pasó? le pregunté sobresaltada.
                               - Te quedaste dormida en el peor sitio del bosque, en esa zona hay cientos de miles de arañas tejiendo sus telas y viviendo.
                               - Yo siempre pensé que solo algunas arañas eran venenosas y que sus telas eran débiles, tal es que con un simple dedo puedo romperlas pero aquellas no era capaz
                               - Cuando una araña trabaja sola, para nosotros pueden ser insignificantes pero cuando aprenden a trabajar en equipo, nuestra fuerza es insignificante para ellas. Sinceramente has tenido mucha suerte de que escuchara tus gritos, posiblemente ahora serías comida de cientos de arañas y sus crías.
                               - Pero eso no puede ser posible, las arañas son seres solitarios.
                               - Todos aprendemos, todos evolucionamos, y las arañas también, ese es mi trabajo controlar cual es el nivel de evolución de ciertas especies. De momento nosotros tenemos el control pero no estoy muy seguro que eso sea así por mucho tiempo.
                               - Que estás insinuando, que vamos a ser alimento para los bichos.
                               - Si los bichos como tu dices, aprenden a trabajar en equipo, estoy seguro que la pirámide cambiará y ellos serán los más fuertes.
                               - No puede ser, hay que impedirlo.
                               - Exactamente, por eso me dedicó a controlar todas las zonas y así poder estar preparados para lo que sea.

             Cuando me dieron el alta en el hospital, comencé a trabajar con John, el hombre que me salvó la vida, y hemos descubierto que las arañas son un equipo perfecto, su ataque será inminente y nadie nos toma en serio, la muerte esta cerca, y esta vez no va a ser un meteorito lo que acabe con una especie, ni el ser humano con su absurdo egoísmo, será los propios insectos, la propia vida que evoluciona y hace que nos quedemos atrás, que tengáis una muerte en paz.

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            Reconozco que la historia de hoy es un poco rara, pero espero que por lo menos os halla entretenido. Un saludo para todos y gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo.