Hola a todos, continuando con nuestra serie de seres fantásticos hoy hablaremos de los espíritus de las fuentes.
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Los Espíritus de las fuentes son hijas de las Náyades. Son espíritus de la naturaleza de gran belleza y piel traslúcida, con ojos verdes y mirada atormentada. Sus aguas cristalinas pueden llegar a secar si alguien las desaira. Se encuentran en las lagunas de Francia y del norte de España.
Las fuentes han sido desde siempre uno de los refugios de los seres elementales, junto con árboles y cuevas. Según cuenta la leyenda, las fuentes surgieron en muchos casos por las lágrimas desconsoladas de una de estas damas, hadas, brujas o espíritus de la naturaleza. Como siempre, es el amor frustrado el motivo de estas lágrimas, una bella historia de amor que termina cuando el hombre se va y la dama de la fuente se siente abandonada. En estos casos, son ellas las que eligen el lugar en el que quieren vivir el resto de sus días, aisladas de la civilización. Aunque, a veces, estas damas se encuentran allí en contra de su voluntad, porque han sido raptadas por un brujo o un ser con poderes mágicos, que las mantiene encantadas hasta que algún hombre las libere del hechizo.
Hay una leyenda que cuenta que en la sierra de Albarracín, hay una fuente misteriosa que retira sus aguas cuando llega el calor estival.
Pero, detrás de este enigma, se oculta una bella historia:
Todo empezó el día en que la princesa de la corte árabe de los reyes de Albarracín aprovechó la salida de su padre para abandonar el alcázar. No le faltaban lujos, pero no tenía lo que ella más ansiaba: un poco de libertad. El rey regresó por la noche y fue informado de su desaparición, pero como no creía que se hubiera ido por su propia voluntad, ordenó a toda la Corte que la buscara. Los días pasaban y la princesa no aparecía. Desesperado, el rey acudió a una bruja para que le desvelara la verdad: "Tu hija vive, más nadie la raptó. Huyó buscando libertad y ahora se encuentra en el monte, junto a una fuente de aguas cristalinas. Si quieres castigarla, hazlo ahora, pues nunca podrás hallarla" El rey contestó entonces: "Que nada ni nadie pueda herirla, por ser hija de quien es, pero que nunca la fuente pueda saciar su sed". Y así, desde ese día, sus aguas se retiran cuando la princesa se acerca a beber.
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Espero que os resultara entretenida la entrada de hoy sin más daros las gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo. Un beso para todos y aquí os dejo la imagen del día.
