UN MALTRATO CAPITULO 3

     
            Hola a todos hoy vamos a continuar con nuestra historia. Pero antes de eso os quería comentar que estoy pensando en apuntarme en el reto del NANOWRIMO.   Posiblemente muchos no sepáis que es ,pero aquí os hago  un breve resumen, el nombre de NANOWRIMO es un acrónimo de "NATIONAL NOVEL WRITING MONTH" que consiste en ver si eres  capaz de escribir una novela de 50.000 palabras en exactamente un mes. Sería comenzar el 1 de noviembre y a 30 de noviembre tendría que estar terminada. Me gustaría saber que opináis al respecto, es decir, si consideráis que debería intentarlo o por el contrario debería de olvidarlo. Espero vuestras opiniones en los comentarios, y sin ninguna otra novedad comencemos con el capitulo 3.

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           CAPITULO 3: LOS DÍAS VENIDEROS

            Desde ese día, Esmeralda comenzó con una rutina normal, levantarse, ir a trabajar, volver para estar con sus padres, y así todos los días. Pero había una cosa que le estaba quitando el sueño, ese hombre tan misterioso, aunque ella intentaba hablar con él, animarlo, etc..., lo máximo que había conseguido era  una pequeña sonrisa, eso sí,  no le salió de la cabeza en ningún momento.

            Esmeralda esperaba ansiosa las 12:00 para verle llegar, a veces incluso ya tenía la coca cola preparada en la esquina de la barra como para resérvalo y que nadie se pusiera allí.

            Pero un día no apareció, ella se preocupó mucho pero no tenía a quien preguntarle, pasó con la angustia todo el día, lo malo que al día siguiente tampoco apareció. por su cabeza pasaban infinidad de cosas, todas malas por supuesto, Estará enfermo? habrá tenido un accidente?, eran dos de las cientos de preguntas con las que machacaba a su compañera. 

          Sin saber muy bien el porque, llegaba la noche y acababa llorando de la preocupación por aquel hombre que apenas ni le hablaba. y así pasaron tres semanas, entre llantos nocturnos y una angustia sin sentido, pero de la nada, llegó un maravilloso día, eran las doce y por la puerta no solo entró la cocinera, el hombre misterioso había vuelto, la alegría de nuestra amiga fue inmensa, no podía  parar de sonreír, cogió la coca cola, se la llevó y cogiendo valor le dice:

                           - Coca cola verdad?

                           - Si señorita

                           - Llevas tres semanas sin venir, ¿Te ha pasado algo?

                           - Madre mía, llevar la cuenta de cuando faltan todos los clientes a de resultar complicado.

                           - Bueno, es que....( empezó a titubear Esmeralda).

                           - Tranquila, me agrada que alguien se de cuenta de mi ausencia.

                           - Pues claro, y supongo que al igual que yo cientos de personas.

                           - No, querida camarera, solo tu. Para que sepas estuve encamado por culpa de un pequeño accidente en la lonja, no fue grave pero si me supuso quedarme en casa algún tiempo. Hoy fui al médico para que me dieran el alta y así mañana comenzar nuevamente a trabajar.

                           - Un accidente, pero que te paso para estar tres semanas encamado?

                           - Relájate niña, solo me caí y dañe algunas vertebras de la zona lumbar, así que apenas me podía levantar. pero ya estoy como nuevo.

                           - ¿Seguro?

                           - Si niña, mira para que me creas te lo voy a demostrar, mañana cuando salgas te recojo y nos vamos a tomar algo por ahí los dos.¿Te apetece?

                           - Pues claro, iré encantada. Bueno tengo que seguir trabajando. Hasta mañana, hombre misterioso.

                           - No, hombre misterioso no, mi nombre es Ismael, y el tuyo Esmeralda ¿verdad?.

                           - Si, ¿como lo sabes?

                           - Que tu no sepas el de todos los clientes es normal, pero yo como no voy a saber el nombre de mi camarera preferida.

           Esmeralda sonriendo y algo colorada, se giró y se dispuso a seguir trabajando, no se creía lo que había pasado, iba a tener una cita con el hombre misterioso, bueno con Ismael.

          Acabó la jornada, fue para casa, habló con sus padres, le contó todo, incluso lo de la cita, para que no estuvieran esperando por ella al día siguiente. Se fue toda decidida para cama, para intentar dormir, pero no era capaz, sentía como unas mariposas en el estómago que no la dejaban conciliar el sueño, hasta que finalmente el cansancio ganó a las mariposas entrado en un fantástico sueño.

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    Bueno y aquí lo dejamos por hoy, recordaros que mañana empezaremos con la semana de HALLOWEEN, así que pararemos esta historia por unas historias de miedo. Pasados estos días retomaremos esta historia. bueno sin nada más que comentar, daros las gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo.

UN MALTRATO CAPÌTULO 2

 

            Hola a todos, hoy continuaremos con la historia que comenzamos ayer. También quería informaros que ya tengo la primera historia para la semana de HALLOWEEN. La historia que inaugurara la semana del terror será una que escribió mi querida hija de 12 años, espero que os guste, pero eso será para el Lunes 28.

            Bueno, no me voy a enrollar más y comencemos con el capitulo 2 de nuestra historia.

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CAPITULO 2: EL PRIMER DÍA DE TRABAJO

             Con los nervios a flor de piel se despertó media hora antes de lo que tenía previsto, se levantó, se aseó y comenzó a prepararse. Mientras se preparaba sonó el despertador, le resultó simpático apagarlo con medio pantalón puesto, pero ella no quería que sonara mucho tiempo para no despertar a sus padres, ya que eran las 5:30 de la mañana. Realmente era muy temprano, pero tenía que entrar a trabajar a las 7:30 y para ello coger el barco que cruzaba la ría a las 6:30 ya que no tenía otro que le permitiera llegar a tiempo.

              Acabó de prepararse y a las 6:00 salió por la puerta de su casa dirección a su nuevo trabajo. Después de todo el trayecto, llegó a la puerta de la cafetería diez minutos antes de la hora de llegada, al poco llegó su compañera y el dueño para abrir el bar y así comenzar la jornada laboral.

               Nada más entrar tenían que limpiar todo el local, ya que realmente el horario de apertura era a las 8:30, pero esa hora de diferencia se utilizaba para hacer todos los preparativos. Entre su compañera y ella se pusieron de acuerdo en como organizar el trabajo y así hacerlo mas cómodo y mas rápido.

              Llegaron las 8:30 y con el reloj aparecieron los primeros clientes. La verdad, es que Esmeralda estaba encantada, toda la clientela parecía muy dócil, amable y comprensiva, así daba gusto trabajar. Sin apenas darse cuenta eran las 12:00 de la mañana, hora en que entraba la cocinera para prepara los posibles bocadillos que pidieran , pero eso no fue lo que llamó la atención de Esmeralda, al mismo tiempo que entraba la cocinera, un hombre se ponía en la esquina de la barra, al acercarse se dio cuenta que desprendía un olor muy fuerte a pescado, por lo que dedujo que era marinero o por lo menos que trabajaba con pescado , pese al olor lo atendió con una gran sonrisa, preguntándole que desea tomar, el hombre todo serio dijo:

                       - Una coca cola por favor y no me traiga pincho, a comer voy a mi casa.

   

            Esmeralda no sabía porque el hombre le había hablado tan seco, no sabía si era porque ella no le caía bien o simplemente porque era un hombre excesivamente serio, pero, con la  única intención de descubrirlo estuvo muy pendiente de él, incluso le preguntó a su compañera, lo que ella le aclaró que siempre era así, con la diferencia de que hoy había hablado más de lo habitual, debía de ser porque había camarera nueva y tenía que explicarlo todo.

              Justo una hora después el hombre marchó, ni tan siquiera se despidió, desapareciendo como si de un fantasma se tratara.

          Acabó el turno de Esmeralda y después de tener todo preparado se marchó para su casa haciendo exactamente el mismo camino que por la mañana. Al llegar a su casa, como era de esperar, sus padres le preguntaron que tal el trabajo y ella les empezó a contar todo con pelos y señales. Mientras les contaba lo del hombre misterioso a su madre le dio la risa como teniendo una extraña premonición de lo que iba a pasar, aunque se negó a contarlo, ya que no quería ser ella quien empujara a su hija a hacer nada, si surgía algo que sea por ellos mismos.

             Finalmente pasaron la tarde jugando a las cartas, ya que Esmeralda sentía en falta la partida de la noche, con la misma se pusieron a cenar temprano para acostarse que al día siguiente tenía que madrugar para seguir con su vida de currante.

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    Y aquí lo dejamos por hoy, no sin antes agradeceros de todo corazón en compartir conmigo un poco de vuestro valioso tiempo. Un beso muy fuerte y hasta mañana que continuaremos con el tercer capitulo de nuestra historia.