Hola a todos, hoy os presento un pequeño microrrelato, espero que os guste. Recordaros que si os gusta el blog le deis a me gusta, suscribiros y compartirlo con vuestros amigos y por vuestras redes sociales.
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Cada día me dirigía a los enseñas de la compañía de ballet,
luchaba por ser la mejor, dándome igual a quien pisara por el camino. La maldad
de mi interior me estaba comiendo por dentro, una cara para la gente que me
interesaba, otra para mis compañeras de ballet y otra en el escenario, todo esto
salió a flote un día que le dieron el baile principal a una compañera. Al día
siguiente, en el ensayo, en el salto principal, le hice una zancadilla a
Julián, él era el encargado de coger a Elisabeth en los saltos, por causa de
eso ella calló al suelo rompiendo el tobillo y me dieron el baile principal. En
ese momento yo era la mujer más feliz del mundo, hasta que, se iban acercando
los días y la culpa comenzaba a aparecer. El día de la actuación, yo estaba lista
para salir a bailar cuando me miré en el espejo y descubrí que en vez de mi
cara se miraban las tres caras que yo tenía, la maldad que vi me destrozó por
dentro, cogí mis cosas y lo abandoné todo iniciando un nuevo viaje para
descubrirme y reinventarme
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Espero que os gustara y daros las gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo.
Aquí os dejo la imagen de hoy.
