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domingo, 26 de julio de 2020

EL BOSQUE ÉLFICO

            
            Hola a todos, espero que esteis disfrutando del verano, aquí os dejo el relato de hoy.

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                                            “Todos tenemos un destino que seguir”. Esta era la frase con la que Camila siempre empezaba su diario, pero llevaba dos días sin escribir porque llevaba desaparecida esos dos días.

                                            Había salido temprano para ir a la universidad y nadie la había vuelto a ver. Pensaron en un secuestro, en un accidente, incluso que se hubiera escapado, pero la realidad era muy distinta.

                                            Ella desapareció en su décimo octavo cumpleaños y al recorrer el camino para la universidad un coche se paró en su camino y un Elfo bajo del coche invitándola a subir, la dulce voz de aquel ser la convenció fácilmente. Sin tener muy claro cómo, en un abrir y cerrar de ojos, estaba en un bosque, pero era increíblemente hermoso, sus flores eran muy grandes, tan altas como ella, los árboles parecían llegar al cielo, tenían unos colores y unos olores tan intensos que embriagaban los sentidos. El Elfo llevó a Camila a un pequeño palacio que había en el centro del bosque, y allí esperaron a la reina del mundo de los ¡Elfos, aunque Camila no entendía nada tampoco estaba asustada, esperó pacientemente hasta que apareció.

                                               -Pero si eres igual que yo. – dijo Camila

                                               -Sí, somos hermanas gemelas, lo que sucedió es que cuando nacimos las leyes no permitían tener más de un hijo así que nuestros padres te llevaron al mundo de los humanos, pero ahora yo soy la reina y yo cambié las leyes para que pudieras volver a casa.

                                               -No entiendo, no soy humana.

                                               -No hermana, tu eres una Elfa, y además perteneces a la familia real.

                                               -Me estás diciendo que soy una princesa.

                                               -No, te estoy diciendo que eres una reina.

                                               -Pero la reina eres tú.

                                               -Hermana. Este trono es de las dos, somos hermanas gemelas. Las dos tenemos la sangre real por nuestras venas. Nuestro destino es reinar juntas el Bosque Élfico.

                                               -Pero mis padres.

                                               -Tus padres conocen tu historia, pero si quieres podemos ir y así hablas con ellos.

                                               -Sí, me gustaría mucho.

                                               -Solo me gustaría saber una cosa.

                                               -¿Lo qué?

                                               -¿Reinaras conmigo?

                                               -Sí, pero me gustaría poder ir a ver a mis padres de vez en cuando.

                                               -Por supuesto, incluso si tú quieres y ellos quieren podrían venir a vivir aquí.

                                            Tras esta leve conversación, las dos hermanas junto con el chofer Élfico volvieron al mundo humano. Cuando llegaron a casa de Camilo los padres de ella no podían parar de abrazarla.

                                               -Hola señor y señora Gutiérrez.

                                               -Princesa está usted aquí.

                                               -Papá, mamá porque no me habéis contado nada de esto.

                                               -Lo siento hija, pero le prometimos a tus verdaderos padres que te cuidaríamos como si fueras nuestra propia hija y que jamás te contaríamos nada, ellos nos dijeron que cuando llegara el momento alguien vendría a buscarte, y por lo que veo ya llegó la hora- dijeron sus padres.

                                               -Así es, nuestros padres fallecieron hace un año y yo obtuve el reino, cambié las leyes para que mi hermana pudiera volver con los nuestros- dijo la reina.

                                               -Lo entendemos majestad, pero también entienda, que nos duele separarnos de nuestra hija.

                                               -Papá, mamá, podéis venir con nosotros.

                                               -Podemos vivir en el bosque Élfico.

                                               -Pues claro que sí, viviréis en Palacio con nosotros, habéis criado a una reina élfica tenéis todo el derecho de vivir con nosotros en palacio- dijo la reina.

                                            Los padres, prepararon las maletas y subieron al coche, pero cuando estaban a punto de marchar grito Camila.

                                               -Espera.

                                               -Que sucede hermana.

                                               -No pasa nada, solo que quiero coger algunas cosas.

                                               -Sabes que en palacio tendrás de todo lo que necesites- dijo la reina.

                                               -Lo sé hermana, pero es algo muy especial para mí.

                                               -Vale, ve a buscarlo entonces.

                                            Camila salió del coche, entró en la casa y fue directo a su habitación. Una vez en la habitación cogió una caja que tenía debajo de la cama, en ella guardaba todos sus antiguos diarios, después abrió el primer cajón de su mesilla de noche y cogió su actual diario. Se dispuso a marchar pero se detuvo justo en la puerta de la habitación y mientras la miraba, por su mente pasaban cientos de miles de recuerdos vividos en esa habitación. Cerró la puerta y volvió al coche. Nuevamente en un abrir y cerrar de ojos ya estaban en el Bosque Élfico. Los cuatro entraron en palacio y los padres fueron llevados a su habitación mientras que Camila fue acompañada a su habitación por su hermana.

                                               -Querida Camila, esto es como un sueño para mí, por fin las dos juntas.

                                               -Yo aún no me creo que esto sea verdad.

                                               -Sí, es verdad y siempre estaremos juntas. Ahora descansa mañana celebraremos tu coronación, te enseñaré el palacio y poco a poco te mostraré el reino y nuestras obligaciones.

                                               -Muy bien hermana.

                                            La reina se fue y Camila quedó sola en su habitación guardó su caja debajo de la cama y se sentó en su escritorio, cogió su diario y comenzó a escribir.

                                            “Todos tenemos un destino que seguir y ahora ya sé cuál es el mío”

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            Con la esperanza de que disfrutarais del relato de hoy, aquí os dejo la imagen del día y me despido de vosotros dándoos las gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo.

Cuerpo De Agua, Cielo, Panorámico

sábado, 25 de julio de 2020

NINFA O BRUJA BLANCA

Hola a todos, hoy os presento un nuevo relato, espero que os guste.
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            Su hermosura no tenía igual, su larga melena de un color rojo fuego hipnotizaban a cualquier hombre al pasar, acompañada de un cuerpo perfecto y una cara de muñeca de porcelana tenía locos a todos los hombres del pueblo.

            Cada mañana iba al río a lavar la ropa de su enferma abuela, la pobre mujer de una edad muy avanzada ya apenas se podía se podía mover, dependía plenamente de su queridísima nieta. Parecía un pueblo normal, con gente normal pero no era todo como parecía. En el pueblo convivían brujas blancas, hadas, gnomos, duendes, etc… todo tipo de seres mágicos. Nuestra hermosa amiga se llamaba Efigia, ere descendiente directa de las ninfas, su anciana abuela era la reina y por herencia ella sería la futura reina.

            La anciana había anunciado el cambio de reinado de las ninfas, ya que no se encontraba con las fuerzas suficientes para poder cumplir con sus obligaciones y como Estigia ya había cumplido la mayoría de edad ya podía acceder al trono. La coronación de las ninfas era una gran fiesta y un evento muy importante para el pueblo, ya que eran ellas quienes protegían a todos los habitantes, mágicos como no mágicos. El pueblo estaba todo decorado y todos los pueblerinos estaban vestidos con sus ropas de gala, la reina estaba sentada por última vez en su trono, a la espera de la llegada de Efigia. Al llegar la nueva reina todos aplaudieron, pero cuando parecía que todo iba perfecto apareció Enia, la madre de Efigia.

                        -Alto, esta coronación no se puede celebrar. (Dijo Enia)

                        -¿Qué haces aquí? Tú ya no eres bienvenida. (Comentó la anciana reina)

                        -Madre, ya veo que no me echaste de menos.

                        -Te busqué por todos los reinos, hasta que descubrí que te habías ido con las brujas negras de los bosques altos. Desde ese momento renuncié a ti, el mal no tiene cabida en este reino.

                        -Pero, te guste o no, yo soy tu hija, y soy yo quien debe heredar el reino.

                        -Te equivocas, en el momento que Efigia obtuvo la mayoría de edad ella también tiene derecho al trono.

                        -Bien, somos dos con derechos a reinar, que vas a hacer.

                        -Bajo las leyes de las Ninfas, cuando dos herederos a trono quieren el reino, tendrán que combatir hasta la muerte o rendición.

                        -JA, JA, JA, esto puede ser divertido, no hay nadie que pueda competir con el poder que he ganado en todos estos años. Las brujas de los bosques me enseñaron todo su poder y junto con el poder de las ninfas, soy invencible.

                        -Eso lo veremos Enia, como marca la tradición tenéis tres semanas para prepararos para el duelo.

                        - Que va hacer esa niña en tres semanas contra mí que llevo entrenando años. En tres semanas estaré aquí.

            Enia se marchó igual de rápido que llegó.

                        -Abuela, mi madre tiene razón, no tengo nada que hacer contra ella.

                        -No tienes de que preocuparte, eres la ninfa más poderosa que conozco, tu linaje es el más poderoso, es cierto que tu madre posee un gran poder proveniente de las ninfas y lo que le enseñaron las brujas negras, pero tú, a diferencia de ella, llevas en tu sangre el poder ancestral de las ninfas junto con el poder ancestral de una larga estirpe de magos blancos.

                        -¿Magos blancos?

                        -Si querida, tu padre era el heredero del reino de los magos blancos, pero fueron atacados por las brujas negras y lo asesinaron, al igual que a la mayoría del reino de los magos.

                        -¿Por qué nunca me habías hablado de él?

                        -No quería que siendo tan pequeña ya tuvieras rencor por el mundo. Espero que me puedas perdonar.

                        - Claro que si abuela.

                        -En estas tres semanas, las brujas blancas te adiestraran en su poder, que es lo único que necesitas.

                        -Podré aprenderlo en tan poco tiempo. Mi madre tardó años con las brujas negras.

                        - Cariño,, ten en cuenta una cosa, tú la llevas en la sangre.

            Tras toda la conversación Efigia fue a descansar, ya que en estos días tendría mucho que aprender.

            Llegó la mañana siguiente y la anciana de las brujas blancas fue la encargada de ser la maestra de Efigia.

                        -Hola querida, supongo que estarás nerviosa, pero de verdad, no te preocupes. Lo primero que vamos hacer será despertar tus poderes de bruja ya que, los de ninfa los tienes despiertos desde siempre.

                        -¿Cómo vamos a hacer eso?

                        -Es muy sencillo, invocaremos a tus ancestros par que sea más rápido y sean ellos mismos quienes los despierten.

                        -No lo entiendo.

                        -Te explico, normalmente las brujas, desde muy pequeñas nos enseñan a despertar el poder, pero en tu caso, lo tenemos que haces en versión rápido, y la forma más veloz que conozco es que tus familiares te lo despierten. Confía en mí.

            Las dos se sentaron en el suelo, una frente a la otra, dibujaron con unos pétalos de claveles blancos un corazón en el suelo, en el centro pusieron una vela blanca y la anciana pinchó un dedo de Efigia y una gota de su sangre calló en la vela.

                        -¿Para qué es la sangre? Pensé que las brujas blancas no usaban sangre.

                        -No la usamos para hacer daño, pero es la única forma que hay para poder llamar a tus ancestros de sangre.

                        - Entiendo.

            Tras un leve silencio, la anciana dio unos rezos y de la nada, saliendo de la luz de la vela apareció el padre de Efigia.

                        - Efigia, querida hija, que hermosa estás.

                        - Papá. ¿Eres realmente tú?

                        - Si querida hija, deseaba tanto hablar contigo.

                        -Y yo papá, deseaba con todas mis fuerzas conocerte.

                        - Bueno, no quiero volverme la bruja mala de la historia, pero no tenemos tiempo. ¿Sabes para que te hemos llamado?

                        - Sí, lo sé, y no os preocupéis, además de despertar sus poderes, le voy a dar una bendición. Como ya sabrás anciana, los magos muertos tenemos derecho a dar una bendición a un vivo y yo aún no he dado la mía, esperaba este momento para hacerla.

                        - Adelante (dijo la anciana)

                        - Por el poder de los ancestros que tus poderes despierten de su largo sueño y brote de ti todo tú poder.

            Tras esas palabras Efigia comenzó a levitar y saliendo de ella una luz blanca que alumbraba todo el pueblo.

                        -Tus poderes han despertado, ahora recibe mi bendición. Te otorgo la bendición de la sabiduría.

                        -Perfecta bendición, prácticamente apenas ya necesitará entrenar, ya que todo lo que yo le pueda enseñar se lo has dado tú con tu bendición. Con esto solo tendrá que ganar fuerzas y como mucho prepararse algunas pociones. Nos has salvado.

                        -Yo no. Os salvará Efigia. Ella tiene el poder y está bendecida desde su nacimiento por la primera reina ninfa. Ella es la elegida.

                        - La elegida para que

                        -Ya lo sabrás hija mía, el tiempo te lo mostrará. Ahora me tengo que ir, nos volveremos a ver pronto. Te quiero

            Y tras esa despedida, la vela se apagó cerrando la puerta entre los muertos.

            Las semanas siguientes Efigia perfeccionó sus poderes y preparó pociones de curación y protección, para poder proteger el pueblo de la batalla que estaba por llegar. Llegó el día del combate final, e igual que la otra vez Enia apareció en completo silencio, esta vez acompañada de tres brujas negras.

                        -¿Que hacen aquí esas brujas? (Pregunto la anciana ninfa)

                        - En breve, este será mi reino, por lo que también será el reino de las brujas negras y todos tendréis que darle respeto y obedecerlas.

                        - Los veremos madre, el combate aun no lo has ganado

                        -Efigia, harías mejor rindiéndote ahora, no te quiero matar.

                        -Comencemos.

            Antes de empezar Efigia lanzó las pociones marcando una línea de protección hacia el pueblo.

                        -No te preocupes por ellos, preocúpate por tu vida

                        -Ellos son mi vida.

            La dura batalla comenzó, hechizos se mandaban una a la otra, parecía no tener fin, pero tratándose de brujas negras las trampas aparecieron, en vez de ser madre contra hijas, finalmente se convirtió en cuatro contra Efigia. Poco a poco Efigia iba perdiendo la batalla, se estaba quedando sin fuerzas, estaba en el suelo cuando se escuchan unas voces desde el pueblo.

                        -TÚ PUEDES, BUSCA EL PODER

            Al escuchar esas palabras Efigia se levantó y comenzó a llamar al poder de la tierra y miles de millones de bolas de luz entraban en ella proveniente de la tierra y de todos los seres mágicos que estaban con ella. Tras esa lanzó un hechizo de luz expulsando a las cuatro brujas más allá del horizonte, ganando la batalla y proclamándose reina.

            Una gran fiesta se celebró en el pueblo para la coronación de Efigia, miembros de todas los pueblos vinieron a la celebración, pero dentro de toda la felicidad, dijo Efigia.

                        -Celebremos el día de hoy, pero estemos preparados para la venganza de las brujas negras. Ese día a de llegar.

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 Espero que os gustara el relato de hoy, aquí os dejo la imagen del día y daros las gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo.

La Última, Bruja, Mística, Magia, Místico, Espíritu


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    Hola a todos, esta entrada es para avisaros que estoy trabajando en una nueva historia, una historia para vosotros, si veo que soy capaz...