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jueves, 26 de marzo de 2020

KAISA



                Hoy os presento un relato que iba a presentar a un concurso pero por circunstancias fue anulada la convocatoria, así que os lo dejo para vosotros espero que os guste.

                Recordaros que si os gusta el blog, darle a me gusta, suscribiros y compartirlo con vuestros amigos. Un saludo y a disfrutar leyendo.

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              En un pequeño pueblo alejado de cualquier ciudad, vivía una joven muchacha luchando por sobrevivir. Estaba sola, abandonada por su pueblo tras fallecer sus padres en un trágico incendio. Le trataban de loca por su gran imaginación, y por su fe ciega en la creencia de todo lo mágico. Vivía gracias a lo que el bosque le suministraba, las vallas, las raíces y demás frutos eran su principal alimento, con las hojas secas y las ramas preparaba su ropa y, los huecos de los árboles su único refugio.

            Necesitaba creer que todo lo que su mente imaginaba era real, para ella eran recuerdos no imaginaciones, sentía que las hadas, los duendes, los gnomos eran reales y de una manera u otra eran ellos quienes la protegían.

            Llevaba dos días sin encontrar alimento y no entendía que estaba pasando en el bosque, algo estaba cambiando, estaba débil, hambrienta y a su vez preocupada porque su hogar estaba cambiando, el bosque era su familia, su único gran amigo y algo sucedía. De la nada una extraña tormenta asoló el hermoso cielo azul convirtiéndolo en un techo triste y oscuro, relámpagos caigan de una manera descontrolada alrededor del bosque, ella no entendía lo que estaba sucediendo. La tierra que rodeaba el bosque se resquebrajaba dejando aislado el bosque, un temblor acompañaba a los relámpagos.

            Después de una hora todo había pasado, atemorizada corrió hasta los límites del bosque y se encontró que estaba flotando, el bosque al completo levitaba, los aldeanos estabas asombrados mirando hacia el cielo, no entendían nada, ni ella tampoco. De pronto una dulce voz dice:

                        - Mi dulce princesa Kaisa, ha llegado tu hora de reinar, siento que haya pasado por todo esto, pero depende de la madre naturaleza escoger quien y cuando aparecerá la nueva reina.
                        - ¿Qué está pasando? ¿Qué o quién eres tú? ¿Estamos volando? Y ¿Por qué me llamas princesa?
                        - Tranquila mi señora, acompáñeme y el gnomo mayor le explicará.

            Aunque Kaisa no entendía nada acompañó a aquel diminuto ser. Llegaron a un descampado que había en el interior del bosque y allí se encontró un gran recibimiento, cientos de gnomos, duendes y hadas le hacían reverencias y la daba la bienvenida. El anciano gnomo se acercó a ella y le comenzó a contar:

                        - “Mi pequeña Kaisa, llevó cuidándote en la sombra desde que naciste. Tus padres conocían tu destino por eso siempre intentaron que convivieras con el bosque. Todo lo que tu creías que era imaginación era verdad, eran recuerdos de cuando eras muy pequeña que jugabas con nosotros. La madre naturaleza a determinado que es el momento de proclamarte reina protectora de todos los bosques del planeta tierra.
                        - Pero como voy a ser yo una reina, no tengo nada, fui repudiada por todos los aldeanos y dicen que estoy loca – dijo Kaisa.
                        - No mi señora, le repito no estás loca, tienes todos los bosques del mundo y a partir de hoy todos los aldeanos te deberán respeto.

            Todos los seres del bosque preparación la coronación y cuando todo estaba preparado y relámpago calló encima de una mesa que había en el centro del descampado. Justo en ese instante apareció una corona, la cual el gnomo mayor cogió, se acercó a Kaisa, le pidió que se agachara y se la colocó en su cabeza. Dándole así el lugar que le corresponda como reina de los bosques del mundo.

                        -La reina protectora ya está aquí, ella nos protegerá de todo mal. (Gritaron todos los seres mágicos)

            Kaisa con la corona puesta se sentía distinta, además un aura de poder la rodeaba, el sol volvió a ser claro y desde ese día Kaisa jamás volvió a sentirse sola, teniendo una vida plena, feliz, protegiendo y sanando a todos los bosques del planeta.

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          Buenos hoy tocó un poco de fantasía, espero que os gustara. Y gracias a todos por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo. Cuidaros y quedemos todos en casa.
           
           Aquí os dejo la imagen de hoy.

Fantasía, Forestales, Magia, Surrealista, Artística

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