La incertidumbre rodeaba mi vida, demasiadas
puertas, demasiadas puertas, demasiados caminos y sin un destino claro. Me
estaban esperando pero tenía claro que una vez allí la decisión ya la tendría
que tomar, llegaba tarde, me llaman por teléfono.
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¿Dónde estás?
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Voy ahora Lourdes.
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Llevamos esperándote media hora, sino te interesa lo que te ofrecemos nos lo
dices y ya está, habrá a otro que le interese.
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No, simplemente me retrasé, en breve estoy ahí.
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Vale, hasta ahora.
Colgué
el teléfono, pero seguía sin saber lo que hacer. Me ofrecen una gran
oportunidad, pero eso conllevaría marcharme de aquí y no volver en mínimo tres
años, dejar a mis amigos, a mi familia y a mi novia. Cambiar de vida
totalmente, ¿qué hacer? ¿qué es más importante? Un buen trabajo ahora e
intentar recuperar a mi gente después, arriesgándome a que me olviden y a
perderles para siempre y simplemente no volver, o por el contrario, quedarme
con los míos y seguir viviendo en mi pequeño mundo de fantasía con mi gente al
lado.
Una
gran indecisión acompañaba mi camino hasta llegar a mi destino, llegué a donde
estaba Lourdes, y ¿Qué dirías tú?
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Espero que os gustara el relato de hoy, me quedo a la espera de vuestros comentarios. Sin nada más que dejaros la imagen de hoy y daros las gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo, me despido de vosotros hasta la próxima.
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