Hola
mi vida:
¿Cómo te va todo dónde estás? No sé si te llegará esta
carta, pero en el cuartel me han garantizado que sí. Solo espero que la misión
en la que estas no sea peligrosa. Aquí en casa sigue todo igual, la pequeña
estudiando y el mayor, que decirte de él, la adolescencia está haciendo mella,
no me habla, no me cuenta nada, no soy capaz de llegar a él de ninguna manera,
haga lo que haga no funciona.
Nos haces mucha falta aquí, no quiero ser egoísta y sé
que tú también lo estás pasando mal, pero necesito decírtelo. Te quiero tanto
que no me acostumbro a estas misiones fuera, se nos hace tan duro, tanto a mí
como a los niños. Eres lo más maravilloso que me ha pasado en este mundo y
aunque entiendo lo de tu trabajo es muy importante, no sé cuánto tiempo podré
aguantar esta situación, siento decirte esto a través de una carta, pero
necesito decírtelo. Los niños necesitan a un padre que esté con ellos,
especialmente el mayor y yo necesito a mi marido a mi lado, te ruego que te lo pienses y te suplico que ésta
sea tu última misión.
Cada día que estás lejos se vuelve una condena, no hago
más que recordar los momentos que pasamos juntos, nuestras escapadas a comer al
monte, o cuando jugabas con el mayor al fútbol, era tan bonito veros. Son cinco
meses los que llevas fuera pero se están convirtiendo en cinco años, necesito
que vuelvas, acaba lo antes posible con esa misión tan secreta y por favor
vuelve a casa sano y salvo. Te necesitamos.
Siempre tuya aunque estés a no sé a cuantos kilómetros.
LUZBEL
No hay comentarios:
Publicar un comentario