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Las chicas se quedaron mudas, solo hacían mirar la una para la otra, pero sin mediar palabra, de repente María se levanta le da un abrazo a Julio, se dirige a Sheila y las dos se alejan diciendo un hasta mañana, el muchacho quedo con la boca abierta y sacó una sonrisa inmensa, como un niño empezó a saltar y las chicas sonrieron sin mas.
CAPITULO IV: LAS FIESTAS DEL PUEBLO
Desde ese día en vez de dos siempre eran tres, no importaba la diferencia de edad para ser amigos, los padres de las chicas no estaban muy conformes pero mientras no pasara nada mas que una simple amistad permitían su amistad.
Fue pasando el verano y llegaron las épocas de la fiestas del pueblo, Las primeras eran las llamadas Fiestas de San Cristobal, eran los taxistas los encargados de organizar esta fiesta, todo el pueblo se llenaba de cachivaches, la gente desbordaba por todos los rincones, siempre había queja por no haber donde aparcar, colas inmensas para conseguir entrar en determinadas atracciones como el Saltamontes que era la preferida de María, pero este año resultaba distinto. Julio conocía a prácticamente todos los feriantes ya que la inmensa mayoría eran ex presidiarios y sus compañeros, cada día montaban en mínimo tres o cuatro atracciones, comían gratis, el algodón de azúcar prácticamente le caía del cielo y por supuesto de todos los colores, disfrutaban como niñas pequeñas, no podían pedir más, hasta que pasó la desgracia.
Se habían montado unas tres veces en una gran montaña rusa, que vino este año por primera vez,
siempre estaba repleta de gente y con una colo de vértigo para coger las entradas, pero ellos entraban cada vez que querían, todo iba bien pero sin saber porque en este viaje algo cambió, notaban que la atracción iba cada vez más rápido, mas de lo habitual, todos se estaban poniendo nerviosos, cada vez que tenían un gira parecía que se salían de los raíles, la mayoría comenzó a gritar asustados, de repente en la zona mas alta se paro en seco, la gente pálida, algunos vomitando del mareo, muchos gritando socorro y nuestros tres amigos asustados y cogidos de la mano, al estar parados Julio cogió su teléfono y llamo a su amigo de la atracción para que le informar de lo que estaba pasando.
" - Brother que está pasando
- Hemos perdido el control de la atracción, los mandos no responden, algo hizo contacto y no somos capaces de localizar el fallo, estaros todos tranquilos que los sistemas de seguridad están para algo, intenta tranquilizar a todos por ahí arriba
- Vale brother, cualquier cosa avísame.
Julio intento tranquilizar a todos informando de lo que le habían dicho, pasarían unos diez minutos, no más, empezaron a ponerse en movimiento, todos pensaron que ya estaba, pero no fue así, fue una falsa alarma poco a poco comenzó a coger más velocidad, la barra de protección se abrió y la gente no sabia como sujetarse, la histeria llego y los gritos y los llantos se descontrolaban, sin explicación se volvieron a parar en una zona alta pero llana, el respiro llego porque lo que venia del pues era una vuelta completa en la que pasarían boca abajo y sin barrar de seguridad el pánico ya acechaba, algún que otro intento bajarse de la montaña por los raíles pero cayo, a María se le ocurrió sujetar la barra, sacó su cinturón y se lo pidió también a Sheila y a Julio, entonces engancharon la barra con el enganche del asiento dando así un respiro y un poco más de seguridad.
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Mañana veremos que sucede en la montaña rusa, como es habitual aquí os dejo la imagen día, hoy veremos si os ponéis en el pellejo de nuestros chicos. Un saludo a todos y asta mañana
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