Buenas tardes a todos, como todos los días aquí estamos, después del triste desenlace de ayer hoy hablaremos del día después,
Comenzaremos un capitulo nuevo en el que narraremos la despedida de las chicas hacía Julio.
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Después de la triste noticia nuestras amigas no sabían como reaccionar, los de la ambulancia las derivaron al centro de salud para ver tanto su posibles lesiones por el accidente, pero sobre todo por el ataque de ansiada que las dos sufrían.
Cuando llegaron al centro de salud, tuvieron que esperar para ser atendidas ya que todos los heridos habían sido trasladados hasta ahí , excepto los más graves que fueron derivados automáticamente para el hospital más cercano. María se puso a mirar a su alrededor y al ver a tanta gente herida, le hizo entender la gravedad de la situación, telefoneo a su madre y le contó lo sucedido y le pidió que estuviera con ella, como es comprensible su madre corrió al centro de salud y al llegar abrazó a María como si no hubiera un mañana, después de que la atendiera la llevo para casa, junto a Sheila.
De camino a casa no eran capaces de articular palabra, solo repetían está muerto, está muerto, en esto llegaron cada una a su casa. María lo primero que hizo fue ir directa a su habitación a meterse en cama.
Al despertar se levantó y al mirarse en el espejo se dio cuenta de que todo era real no había sido un sueño, rápidamente telefoneo a Sheila para preguntarle como se encontraba y con la misma llamo a la hermana de Julio;
- Carmen, como estáis?
- Hola María, estamos intentando asumir lo acontecido
- Cuando lo llevan al tanatorio
- Lo trasladan hoy a lo largo de la mañana, pero hasta las tres de la tarde no se permitirán las visitas
- Vale, a las tres estaré ahí
- Por cierto María como te encuentras?
- Bueno físicamente estoy bien, algo dolorida, pero no soy capaz de asumir lo que ha pasado
- Es normal pequeña, tiempo al tiempo y todo pasará, o por lo menos es lo que yo espero, no se que voy hacer sin mi hermano.
- Lo siento mucho Carmen
- No te preocupes entre todos saldremos adelante.
Colgaron el teléfono y María le dijo a su madre que a las tres iría al tanatorio y nuevamente se tiró en cama. Su madre se acercó a ella, la arropó, le dio un beso en la frente y le dijo " hija mía, descansa, no te preocupes yo te aviso cuando sea la hora." apagó la luz de la habitación y cerro la puerta muy despacio para no hacer ruido, cabizbaja la mujer se dirigió a la cocina, se sentó en una silla y empezó a darle gracias a dios por haber ayudado a su hija y habérsela devuelto sana y salva.
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Y por hoy aquí lo dejamos, mañana veremos que pasa en el tanatorio. Con la imagen del día ya me despido, gracias a todos por perder un poco de vuestro tiempo en leer este blog.
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