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Llegaron las dos de la tarde y la madre de María la levanto para que comiera algo y se preparara para marchar, pero nuestra querida amiga no quiso comer nada, se levantó, se preparo y finalmente marchó a recoger a Sheila para ir juntas a tanatorio, pero esta no quiso ir, según ella no tenía fuerzas para ir. María triste y apenada se fue sola al tanatorio para despedirse de su amigo, al llegar allí se sorprendió al ver que casi no había nadie, sus dos hermanos, los de la atracción y ella, nadie más ni tan siquiera su madre. En silencio se acercó a Carmen;
- Hola Carmen
- Hola reina, como lo llevas?
- Bueno, intentando guardar la compostura
- Y Sheila que no la veo
- No vino, dice que no tiene fuerzas para venir a despedirse, dice que prefiere recordarlo como siempre
- Lo entiendo, pero espero que no se arrepienta por no venir, el despedirse de las personas a las que queremos es muy importante y ayuda a sobrellevar la pérdida, o al menos es lo que se dice.
- Y tu Carmen como lo llevas
- Digamos que intentando hacerme la fuerte por mi hermano, el no entiende muy bien lo que esta pasando, no hace más que preguntar por Julio y eso no facilita las cosas pero bueno es lo que hay, durante mucho tiempo fue Julio quien se encargo de el y ahora me toca a mi
- Perdona que te pregunte, y vuestra madre
- No quiere venir, ella dice que no perdió ningún hijo puesto que ella solo tiene dos
- Que crueldad la de esa mujer
- Lo se, pero no puedo cambiar la madre que tengo
Después de esta conversación María entro finalmente en el tanatorio y se dirigió a ver el cadáver de su amigo, junto en la puerta de la sala estaba el libro de recordatorios, y ella firmo en el
"te extrañare querido amigo, fue corta nuestra amistad pero no encontrare nunca a un amigo tan fiel como tu, te prometo que ayudare a Carmen con tu hermano y el seguirá disfrutando de sus paseos. Te quiere María", después entro y cuando estuvo frente a el cayó de rodillas al suelo y rompió a llorar, no podía parar, estuvo así prácticamente una hora no tenía consuelo y nadie era capaz de levantar la, finalmente ella misma se levanto y se sentó en las sillas de la sala, cabizbaja comenzó a recordar todos esos maravillosos momentos que pasaron juntos, desde cuando era un simple desconocido que la vigilaba en la distancia hasta los últimos días juntos.
Pero llego el momento, el cura entro para rezar unas oraciones al acabar, todos andando fueron en procesión desde el tanatorio asta la iglesia, al llegar allí, María se acercó al coche fúnebre para llevar el ataúd dentro de la iglesia, una vez dentro fue depositado en el centro del edificio y tuvo lugar la misa, al acabar hizo la misma operación pero esta vez en dirección al coche fúnebre que llevarían el cadáver de Julio para proceder a su incineración, fue un momento muy difícil lleno de lagrimas y algún que otro grito de dolor, finalmente el coche marcho y María y Carmen se fundieron en un fuerte abrazó, como si la una a la otra fuera lo único que las mantuviera en pie. Cuando se separaron nuestro joven amiga le pidió a Carmen que cuando tuviera las cenizas que por favor le avisara antes de esparcirlas por el monte que era donde Julio era mas feliz, ella le prometió que así lo haría y se fueron las dos dirección cada una a su casa sin mediar palabra, ya no había nada mas que decir, ni que hacer solo llorar la perdida e intentar sobrellevarla lo mejor posible.
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Vamos a dejarlo aquí por hoy, el triste adiós marcará nuestros corazones, como siempre me despido dejándoos la imagen del día. un beso a todos y hasta mañana.
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