JACINTO

           Buenas tardes a todos, hoy veremos como el vinculo de estos siete compañeros se va haciendo más fuerte poco a poco.

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           En esa posición acabaron las clases y cada uno fue para su casa, así día a día fueron creando un vínculo y una fuerte amistad.
 
             Las clases eran muy activas, pero difíciles, tenían que estudiar mucho y hacían quedadas para estudiar los siete juntos, les resultaba más sencillo de esa manera. Pero poco a poco esa unión entre algunos fue cambiando, a ser algo más.  Jacinto y María, poco a poco iban quedando cada vez más veces ellos solos, algo entre ellos dos estaba surgiendo. Todos los demás se estaban dando cuenta de lo que estaba ocurriendo, e incluso había alguna que estaba algo celosa.

           Jacinto,  se levantó todo decidido en hablar con María, llegó al instituto y se puso a buscar al grupo, sabía que María estaría allí. La miró en la distancia, quedando hipnotizado al ver la belleza de nuestra amiga, el viento soplaba en la melena rubia de María, haciendo que su melena bailara a su son, su sonrisa brillaba al resplandor del sol, y nuestro pobre muchacho se había quedado sin palabras, sin ser capaz de reaccionar, de repente, un grito le hizo despertar, era María llamándole;

                  - Jacinto, que haces? vienes a clase?
                  - Que
                  - Jacinto parece que estas a dormir, ya tocó el timbre, vamos a clase que tenemos el examen de Prácticas administrativas
                  - Si claro, vamos.

         Subieron a clase e hicieron el examen, como era considerado un examen muy complicado y extenso tenían reservadas cuatro horas continuas para el examen. Pero tanto María y Jacinto acabaron al cabo de las dos horas, por lo que le profesor les dio el resto del tiempo como horas libre.

         Como el Instituto estaba al lado de una zona de playas con una pequeña arboleda los dos decidieron ir a dar un paseo. Al comenzar el paseo comenzaron a hablar;

                 - María
                 - Dime
                 - Bueno, es que....
                 - Vamos haber, quieres hablar de una vez, estás tu muy raro hoy
                 - No digas tonterías, solo te quería preguntar que tal el examen
                 - Tanta tontería para eso, a ver, creo que bien, me dio un poco la lata  la letra de cambio, pero al final creo que la he completado, y tu?
                 - Yo que
                 - A ver hombre, que tal tu examen
                 - Ah claro, yo bien, gracias a ti, por supuesto
                 - Gracias a mi, por que?
                 - Tus clases particulares me han ayudado a entender todos los documentos, y sobre todo en los asientos del libro de contabilidad.
                 - No es para tanto Jacinto, eres un exagerado
                 - No, la verdad hay que decir siempre las cosas como son.
                 - Jacinto
                 - Dime
                 - Hoy te veo muy raro, no estas como siempre, estás bien? te pasa algo conmigo?
                 - Estoy bien, pero...
                 - Entonces es que te pasa algo conmigo, te hice algo y no me he dado cuenta, si es así perdóname, pero dime.

      Mientras estaban hablando llegaron a la arboleda, y se sentaron a la sombra de un cerezo, al soplar el viento las hojas caían sobre ellos, dando un ambiente de paz.

                 -María, es verdad, tengo que decirte algo, pero no encuentro las palabras adecuadas
                 - Dilo sin mas, no le des tantos rodeos
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     Vamos a dejar aquí la conversación de estos dos, mañana veremos si Jacinto finalmente se atreve a decirle a María lo que siente,y si es así, lo que le responderá María. Aquí os dejo la imagen de hoy y con esto me despido. Un saludo.