Hola a todos, primero de todo disculparme con todos vosotros por ayer no haber subido nada al blog, pero la verdad es que tuve el día algo liado, en segundo lugar informaros que en unos días os voy a proponer una especie de juego, yo subiré a mis redes sociales unas imágenes y de la que más os guste escribiré un pequeño relato de ella, espero que os guste la idea, cualquier cosa me la indicáis en los comentarios de pie de post gracias
Y ahora si, después de dicho esto continuemos con la mini novel que estamos viendo estos días.
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-Tras cuatro horas de esperar por nuestra amiga, parece que hoy le han dado una tregua y puede disponer de un ratito para estar con nosotros antes de que se le acabe el turno. ¿Que Belén te han dejado un ratito?
-No exactamente, aun tengo cosas que hacer pero mi jefa me dijo que me tomara un respiro y así poder acabar con la entrevista de hoy. Si te parece bien claro.
- Por supuesto querida amiga. Lo habíamos dejado en que nos ibas a contar la anécdota de hoy.
-Si es verdad.
-¿ Y que nos tienes preparado para hoy?, porque si te soy sincera la de ayer nos encanto a todos, la verdad es que has dejado el listón alto con la de ayer.
- Bueno tengo una de cientos y lo único que os puedo decir es que espero que os guste.
-Seguro que si.
-Para ubicaros un poco, yo estaba trabajando en un pub, por lo el ambiente que había era distinto a este, por lo que os podéis imaginar.
-Si, nos lo suponemos
-Pues bien, yo en aquel pub tenía un cliente que era bastante especializo la verdad, ya que solía venir solamente un día a la semana, pero siempre tomaba champan. Sinceramente es el día de hoy que no me explico el porque, pero eso era lo único que veía. Aunque es extraño, lo peculiar de este chico no era que tomara champan, sino que cada vez que entraba una chica, mujer, señora a tomar algo el siempre le invitaba a un botellin, la la mujer en cuestión lo aceptaba y unos segundos después el ya estaba pegado a ella intentando conquistarla, por normal general él acababa con un bofetón en la cara, pero sin intención de desanimarse a la siguiente chica que entraba volvía a repetir lo mismo una y otra vez. Como se estaba resultando habitual la situación yo cojí la costumbre de prepararle un trapo frió en el congelador para así aliviarle el dolo de la cara he intentar que no se le hinchara demasiado. No te puedo mentir que me resultaba muy simpático ver al pobre muchacho con un paño congelado en la cara y con una copa de champan en lo otra mano a la espera de la siguiente chica.
-Pobre hombre pero cuantos bofetones se podía llegar a llevar para que necesitara un paño frío.
-Yo le llegué a contar 8, así como comprenderás la cara le quedaba echas un cisco.
-Bueno con la imagen del pobre muchacho con una copa de champán en una mano y un paño frío en la otra nos despedimos de hoy, recordándolas que mañana estaremos con nuestra querida camarera en el mismo lugar a la misma hora. Un beso para todos. Chao.
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Aquí lo dejamos por hoy, mañana continuaremos con nuestra historia. Y si os gusta el blog, como favor personal suscribiros al blog, para vosotros es solo tocar un par de botones, pero para mi cada suscripción es muy importante. Y por supuesto daros las gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo. Un beso para todos y brindemos con una copa de champan.
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