Hoy tenemos el capitulo siete en el blog, así mismo informaros que mañana tendremos el desenlace final de este mini novela, espero que os este gustando y así mismo que veáis el mensaje que intento dar. Sin más rodeos comencemos con el penúltimo capitulo.
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CAPITULO 7: LOCURA Y ARREPENTIMIENTO
Mientras se alejaba del hospital las voces en su cabeza le torturaban, y sin darse cuenta fue a parar al orfanato donde paso su infancia. Entró y fue en busca de la monja que le cuidara de niño.
-Sor Primitiva (dijo Damián)
-¿Quien eres joven? (dijo sor Primitiva)
-Soy Damián, ya no se acuerda de mi.
-Damián, dios mio cuantos años sin verte, estás muy cambiado, incluso tu mirada es distinta ya no es tan dulce como antaño, ¿Que te ha pasado muchacho?
Damián calló al suelo de rodillas y empezó a contarle a la monja todo lo que su padre le había enseñado y le había obligado a hacer. La monja mientras lo escuchaba se escandalizaba con lo mal que lo había pasado ese pequeño muchacho, se abrazó a él y le pidió disculpas por no darse cuenta que aquel hombre no era bueno. Después de oír las disculpas de sor Primitiva le contó lo que le había hecho a la abogada. Cuando acabó de contárselo la monja quedó con la boca abierta y le dijo:
-Muchacho, hijo mio, tienes que ir a la policía y contarlo todo, ellos te ayudaran
- No, no voy a ir a prisión
-No querido, no irás a prisión, te ingresaran en un hospital en el que te cuidaran y te curaran.
-No, no me van a curar, es imposible, mi padre está metido en mi cabeza todo el día, a todas horas,
-Damián en el hospital te ayudaran a no oir a tu padre
-NO, NO, NO.
Todo se quedó en silencio y sin más Damián se levantó y se fue. Llegó al coche y se alejó del orfanato. Cuando llegó a un descampado se puso a dormir. Al día siguiente fue directo al hospital en donde había dejado a Sofía. Entró, preguntó por ella y le indicaron donde estaba, al llegar a la habitación entró y se puso delante de su cama. Sofía al verlo enganchó el timbre con la boca y no paró de tocarlo por el terror que sentía al ver a Damián frente a ella. Damián atrancó la puerta de la habitación y le dijo:
-No quiero hacerte daño. Solo quiero disculparme por haberte destrozado la vida y explicarte el porque lo he hecho. Mi padre me adopto cuando yo tenía seis años, desde siempre el me prohibió en tratar con mujeres diciendo que era el pecado del mundo y que todas teníais que ser destruidas. Desde mis diez años estuve anudándole a limpiar el mundo del pecado, al fallecer me quedó a mi tener que continuar con su legado, pero después de acabar contigo y cuando te llevaba al descampado para deshacerme de ti, empece a ver a todas esas mujeres a mi alrededor que lo único que hacían eran cosas buenas y normales y recapacité pensando en lo buena y amable que habías sido conmigo, por ese motivo te deje aquí en el hospital. Aunque no puedo dejar de escuchar las voces de mi padre en mi cabeza se que él estaba equivocado y por consiguiente lo que estoy haciendo está mal, así que, tengo que poner fin a esta situación, pero no lo podía hacer sin antes disculparme contigo que fuiste mi primera victima en solitario y la que me hizo realmente abrir los ojos ante lo que es la realidad.
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Aquí lo dejamos por hoy, mañana veremos cual es la solución que pretende poner Damián a lo que le está pasando. Pero por hoy nada más, solo daros las gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo.
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