Hola a todos, ya está aquí el final de la historia, espero que os halla gustado el transcurso de la historia y sobre todo el final de la misma. Bueno, comencemos.
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CAPITULO 12: EL RESCATE
Se pusieron todos en marcha hacia el local. y tal como estaba planeado entraron primero cuatro agentes de paisano haciéndose pasar por clientes, después dos más y finalmente entró ella. Ismael estaba en el sitio de siempre pero el niño no se miraba.
- Donde está mi hijo (dijo Esmeralda)
-Nuestro hijo está bien
-Quiero verlo
-Lo verás en su momento
-Que momento, quiero ver a mi hijo
-Relate, sino no lo veras
-Está bien, que quieres
Por el otro lado los agentes de la guardia civil estaba escuchando todo ya que Esmeralda llevaba un micro escondido
-Solo quiero charlar contigo y que lleguemos a un acuerdo.
-Que tipo de acuerdo
-Tienes que quitarme la orden de alejamiento y así limpiar mi ficha policial y yo te devuelvo a nuestro hijo.
-Que dices, para que nos puedas matar en cualquier momento. Déjate de historias y devuélveme a mi hijo, necesito verlo y saber que está bien.
-Está en la cocina con la cocinera preparándote la cena
-No tengo pensado cenar contigo, estas loco o que
Los agentes al escuchar que el niño estaba en la cocina, sigilosamente entraron en la cocina en su busca:
-Matías, ¿Eres tú? (dijo uno de los guardia civiles)
Matías es el nombre del hijo mayor de Esmeralda
-Quien eres, me vas a llevar a junto de mi mamá (dijo Matías)
-Soy un agente de la guardia civil y si te voy a llevar a junto de tu mamá.
El agente cogió a Matías en el colo y salió de la cocina. Al verlo Esmeralda quiso ir corriendo a junto su hijo pero Ismael la agarró.
-Me has traicionado (dijo Ismael)
-No, tu me has traicionado a mi secuestrando a mi hijo y haciéndome todo lo que me has hecho. (replicó Esmeralda)
Sacó una navaja y se la puso en el cuello a Esmeralda. Los agentes encubiertos sacaron sus armas y apuntando a Ismael dijeron:
-Suéltala ahora mismo
- No ella vendrá conmigo
-Suéltala, ella no quiere ir contigo.
-Vendrá quiera o no quiera.
Ismael comenzó a andar hacía la puerta usando a Esmeralda como escudo y manteniendo bien fuerte la navaja en su cuello. Por otro lado, ella sentía firmemente como la navaja le presionaba el cuello incluso le dificultaba respirar. Tenía claro que tenía que hacer algo sino Ismael acabaría con ella, o lo que es peor, la obligaría a vivir con él, siendo una muñeca al servicio de todas sus malvadas ideas. Miró para uno de los agentes, para ser exactos para el que estuvo ayudándola desde el primer día, le sonrío a modo de señal, el como medio entendiendo lo que iba a hacer Esmeralda le dijo que no con la cabeza, pero era tarde ella estaba decidida, elevó su mano cubriendo el resto del cuello en el que no había navaja y lanzó una patada hacia atrás dándole a Ismael en la canilla, esto provocó que el le cortara parte del cuello a Esmeralda, se doblará y la soltara, justo en ese preciso momento el agente al que ella había sonreído le pegó un tiro en toda la cabeza a Ismael mientras gritaba
- ¡¡¡Que alguien llame a una ambulancia!!! por favor
Fue corriendo a junto de ella y:
-Porque lo has hecho, te has puesto en peligro
-Prefiero morir aquí y ahora a vivir un solo minuto más a la merced de ese loco.
-Pero tienes que vivir por tus hijos, y por mi
-Por ti
-Me he enamorado de ti desde el mismo instante en que te vi.
-Tranquilo, viviré
Llegaron los médicos y se llevaron inmediatamente a Esmeralda al hospital. Al acabar su jornada laboral el agente fue a comprar unas rosas y se las llevo al hospital. Al entrar en la habitación:
-Hola Esmeralda, esto es para ti
- Gracias, eres muy amable
-Como te encuentras
-Bien, el médico me dijo que la operación fue un existo y que en unos días podre irme para mi casa
-Me alegro muchísimo de verdad. Bueno yo me voy que tienes que descansar
-Esteban
-Dime
-Volverás mañana
- Si es lo que tu quieres
-Me gustaría mucho que vinieras
-Pues mañana estoy aquí sin falta
- Además cuando salga tengo pendiente el invitarte a una copa
- ¿Por qué?ç
-Por haberme salvado la vida y sobre todo, porque me apetece
- Vale, pero con una condición
-Cual
- A la segunda invito yo
-Hecho
-Hasta mañana
Esteban salió de la habitación con una gran sonrisa, y con la esperanza de que tal vez podría vivir una vida con Esmeralda.
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Y hasta aquí nuestra historia, espero que la halláis disfrutado tanto leyéndola como yo escribiéndola. Gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo.
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