UN MALTRATO CAPITULO 4

       
             Bueno chicos, acabada la semana del terror continuamos con nuestra historia.

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        CAPITULO 4: LA CITA 

            Llegó en día siguiente, Esmeralda estaba de los nervios, había incluso llevado una muda para ponerse toda mona después del trabajo.

            En el trabajo no pasaban las horas, el reloj nunca había pasado tan lento, pero finalmente llegó el momento, fue rápido a cambiarse, se puso de punta en blanco, con una minifalda vaquera, un top negro y una camisa blanca atada a la cintura. Un maquillaje sutil y el pelo suelto.

            Salió a la puerta del local y ahí estaba él, parecía otro, pantalón vaquero, una camisa blanca, una americana azul, afeitado pero con una perilla bien arreglada, y muy bien peinado. La verdad es que parecía otro y con un olor a colonia que no tenía nada que ver con el olor que traía habitualmente.

            Se acercó a ella, le acercó el brazo para que ella fuera de su gancho y comenzaron un pequeño paseo. Se dirigieron a una cafetería para tomar algo y charlar, pero Ismael tuvo un detalle que dejó prendida a Esmeralda, al acercarse a la mesa donde se iban a sentar él le apartó la silla y justo cuando se estaba sentando se la arrimó, fue un detalle muy cortés y galán por su parte. Era un hombre de la antigua escuela, se pasaron horas hablando y como momento cómico empezaron a sonar las tripas de nuestra querida amiga, era la hora de cenar, por lo que Ismael invitó a nuestra protagonista a cenar, se levantaron y se dirigieron a un restaurante que se encontraba dos calles más arriba, por el camino siguieron hablando.

            Poco antes de llegar al restaurante empezó a llover, por lo que comenzaron a correr para mojarse lo mínimo posible. Al llegar al restaurante como buen galante, le abrió la puerta, le apartó nuevamente la silla y tuvieron una cena a la luz de las velas.

            al acabar la cena, Ismael acompañó a Esmeralda al barco y al despedirse Ismael le dio un dulce beso en la frente. Ella subió al barco, llegó a casa y se metió en su cama con unas mariposas revoloteando en el estómago. Realmente se había enamorado de ese hombre misterioso.

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         Aquí lo dejamos por hoy, mañana tendremos el siguiente episodio, espero que os este gustando la historia. Y sin nada más, daros las gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo.