Hola a todos hoy os traigo un pequeño relato, espero que os guste. También recordaros que si os gusta el blog le deis a me gusta, suscribiros, compartirlo con vuestros amigo y por vuestras redes sociales. Gracias.
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Solía ser una niña muy feliz, siempre jugaba en el patio que había detrás de su casa, disfrutaba pasando las tardes en el columpio mientras su padre la empujaba.
Aunque nunca había conocido a su madre, ya que había muerto durante el parto, no había sentido carencia ninguna, su padre había cubierto los dos papeles perfectamente.
Pasaron los años y la tragedia llegó. Tenía 16 años cuando su padre enfermó. Estaba muy mal, apenas hablaba, no se podía poner en pie, había perdido la movilidad de sus piernas y sus brazos aunque se movían, apenas los podía controlar, pero lo pero de todo era el no saber que era lo que tenía.
Pruebas y más pruebas marcaron su vida, ella con tan solo 16 años se había vuelto una perfecta enfermera. Un día dando su paseo matutino encontraron una pequeña flor, era realmente precisa, la cortó y se la dio a su padre, él la olfateó y sin entender como se puso de pie, el perfume de la flor le curó. Marcharon felices para casa.
Esa misma noche, una bruja entro en la habitación de nuestra amiga y le dijo:
- ¿Has cortado tú una de mis flores?
- Sí, lo siento, era tan bonita que se la regalé a mi padre, además su perfume curó a mi padre.
- Lo sé, son curativas, pero quien las usa tiene que pagar.
- ¿Cual es el coste?
- Tú juventud será suficiente.
-Mi juventud.
- Sí, serás vieja pero tu pagarás la deuda.
- Si no acepto.
- Tú padre volverá a enfermar.
- Está bien.
La bruja le arrebató la juventud, conviertiéndola en una joven anciana. Pero aunque su vida llegaría pronto a su fin, le daba igual porque su padre estaba curado. Su padre intentó persuadirla de que hablara con la bruja pero ella nunca acepto.
- Papá, no insistas, todo está bien.
- No, no está bien.
- No me arrepiento de nada, yo te quiero y quiero que estés bien. podrás cuidar de mi otra vez, y estaremos juntos hasta el final de mis días.
- Hija
- Papá, solo ayúdame cuando lo necesite y estamos en paz.
Finalmente padre e hija estuvieron siempre juntos hasta que finalmente primero falleció ella, y el padre de la pena murió horas más tarde.
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Espero que os gustara el relato de hoy. Gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo.
Aquí os dejo la imagen de hoy.
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