NUCKELAVE

 

        Continuando con la serie de seres fantásticos hoy vamos a hablar del Nuckelave, espero que os guste y os resulte interesante.

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        El Nuckelave es el hijo de Leviatán. Es un monstruo marino, híbrido entre un pez, un caballo y un ciclope. No tiene piel, por lo que muestra los tendones y sus venas amarillas al aire. Tiene un espada gruesa y pequeña que siempre le acompaña. Procede de las Islas Orcadas en Escocia.

        Muy poca gente ha podido ver al Nuckelave, que es uno de los monstruos más desagradables que existen, pero hace unos años, durante un viaje por Escocia, un hombre me contó en un bar que él sí lo había visto. Ocurrió durante una noche visto. Ocurrió durante una noche clara, en el bosque, cuando regresaba de camino hacia el pueblo. El hombre se llamaba Tomy y no parecía estar mintiendo.

        Aquel día Tomy había salido de caza. De regreso, la noche se le echó encima, pero había luna llena y se veía el sendero que llevaba hasta el pueblo. Iba caminando tan tranquilo cuando, de repente, oyó un extraño ruido a sus espaldas. Tomy se dio la vuelta y al instante se le erizaron todos los pelos de la cabeza. Allí delante estaba el Nuckelave del que tantas veces había oído hablar. Parecía un caballo, pero del lomo le salía una especie de hombre que tenía un solo ojo sobre la frente y unos largos brazos que llegaban al suelo.

        

        De cintura para abajo su cuerpo estaba en carne viva, sin piel, y en las piernas tenía unas aletas que debían servirle para nadar. De hecho, era extraño que el Nuckelave estuviera en el bosque, pues era un monstruo marino que detestaba el agua dulce.

        Tomy no se lo pensó dos veces, abandonó el sendero y salió corriendo hacia el río, donde estaría a salvo. Una vez en agua dulce, Tomy se giró y vio rabiando a la criatura, con ansia de cazarle pero abrumada por no conseguirlo. Comprendió que aquella criatura era un repulsivo monstruo marino de malignidad absoluta que no tiene más que sangre negra corriendo por sus amarillas venas y que el agua dulce era el mayor repelente conta él, liquido por el cual sentía verdadera repulsión.

        Muchas eran las incógnitas que rodeaban a la bestia, pero al menos, había descifrado algunas de ellas, su aparición al anochecer en busca de alimento y su carácter agresivo y cazador que le definían como un carnívoro depredador.

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            Espero que os gustara la entrada de hoy, gracias por perder un poco de vuestro valioso tiempo conmigo. Aquí os dejo la imagen del día.